Comencé mi vida laboral en la
escuela primaria Pelayo Cusidó, ubicada en la calle Cristino Barrera del reparto
Buena Vista, Las Tunas. Fue hace 40 años, precisamente el 9 de octubre de 1973.
Cuando me paré por primera
vez frente a mis alumnos sentí una inmensa alegría, ¡deseaba tanto ser maestra!… esto fue
un sueño hecho realidad. Me sentía muy
feliz.
Mis discípulos de segundo grado habían aprendido a leer con
el método de las mímicas. ¡Qué difícil fue para unos dejar atrás esta técnica!,
otros, ya leían sin el empleo de esta.
Para mayor dicha y por
casualidad, entre mis educandos se encontraban mi hija Idalmis y mi hermana
Marilú, por cierto muy inteligentes las dos, algo que me ayudó mucho, ya que no tenía
experiencia ninguna en esta labor ni dominaba el procedimiento que utilizaron
en primer grado para aprender a leer, lo
que consideraba muy importante para comprender las mímicas, y lo que a
veces algunos me respondían con relación a estas.
En este pequeño centro se impartían
la Enseñanza Primaria,
de primero a cuarto grados, y la Enseñanza Preescolar.
Tuve muy buenos alumnos, hoy
muchos son profesores, enfermeras, estomatólogos, oftalmólogos, médicos, varios
prestan servicio en otros pueblos del mundo. Son incontables los que me
sorprenden en la calle y me dicen ”profe, no se acuerda de mí, yo fui alumno
suyo”. ¡Qué lindo es eso!
Ahora se invierten los papeles y muchos de ellos son mis médicos a quienes les debo obediencia, respeto y,
quizás, hasta la vida.
Recuerdo con mucho cariño a mis
compañeras de trabajo: Hilda Argüelles, primera directora, más tarde, Edilberto
Leyva (fallecido) y luego Margarita Pérez; las maestras Yolanda Betancourt, Otilia
Almaguer, Inés Pérez, María Rodríguez, María Luisa García, Irma García, Haydée
López, Edith Rodríguez, Elides Rodríguez, entre otras, ya jubiladas; Elvira Rojas
y Norma Sáker, fallecidas.
Estuve 13 años en esta
escuela, durante este tiempo impartí
clases en el primer ciclo, es decir, de
1ro a 4to grados, con el empleo del Método Fónico Analítico Sintético, el cual
se mantiene todavía.
A partir de este tiempo tuve
que abandonar el aula por problemas de enfermedad, entonces llegué a la Redacción del periódico 26, en este centro realicé la labor de
correctora e hice la Licenciatura
en Comunicación Social.
Actualmente estoy jubilada,
pero no retirada. Contribuyo en todo cuanto puedo en el Periódico, me gusta
escribir, tengo mi página web, independientemente de esto, siento nostalgia de mis años en Educación. En
el mes de octubre es cuando más recuerdo aquellos primeros y hermosos años de
trabajo, a los niños, ya hombres y mujeres, pero como dicen que recordar es volver a vivir, yo sigo recordando en
octubre y durante el resto del año.