viernes, 17 de febrero de 2017

¡Así te recordamos, Comandante!


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Juan Almeida Bosque, naciste en cuna humilde el 17 de febrero de 1927, la capital cubana tuvo el placer de recibirte en su seno. Como todo un hombre de justicia, deseabas ver a tu Patria libre e independiente y luchaste hasta lograrlo. 

Participaste en el asalto al cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953 y fuiste uno de los combatientes más valerosos; también en territorio mexicano en la preparación de la expedición del yate Granma, que desembarcó por Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956. Alegría de Pío, fue tu bautismo de fuego. En medio de la sorpresiva refriega, alguien blandeó y expuso que debían rendirse, a lo que respondiste: “Aquí no se rinde nadie, c...!”. Esta, tu frase célebre, quedó en la historia de la Revolución Cubana.

Desempeñaste con disciplina y entrega total todas las tareas a ti encomendadas. Entre estas, viceministro de las FAR, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y vicepresidente del Consejo de Estado…

Te otorgaron el Título Honorífico de la República de Cuba y la Orden Máximo Gómez de Primer Grado.

Almeida, la provincia de Las Tunas tuvo la dicha de acogerte en reiteradas ocasiones y por diferentes motivos.

Tu última visita, la más singular, fue la del 4 de julio del 2009. Ese día protagonizaste una acción muy curiosa en el centro de la ciudad, sucedió en un recorrido realizado en compañía de Jorge Cuevas, entonces secretario del Partido en la provincia. Tú quisiste entrar a El Brillo, salón de limpiabotas recién abierto, situado en el Bulevar, pasaste y, qué sorpresa se llevaron los trabajadores, ¡te sentaste en un sillón!

Conversaste un rato con los presentes y respondiste varias interrogantes. ¡De pronto!, ocupaste el lugar del dueño del sillón y le dijiste: “Súbete, que hoy soy yo quien te va a limpiar los zapatos. Voy a recordar mi época de limpiabotas en el Parque Central”.

Aún turbado por la orden, Rubén Rodríguez -así se nombra el lustrabotas- obedeció. Rápidamente te pusiste en acción y quienes esperaban por el turno para la limpieza de sus zapatos, quedaron atónitos, no lo podían creer. Varios pensaron que era una broma, pues andabas vestido de blanco y sería difícil que te ensuciaras las manos con el betún y la tinta; pero nada, se equivocaron. ¡Te embadurnaste las manos! Esta es una muestra de tu gran humildad. En tu calidad de compositor y escritor, fuiste autor de más de 300 números musicales y de una docena de libros. La humildad te caracterizaba. ¡Así te recordamos, Comandante!

martes, 14 de febrero de 2017

Amor a Fidel











A ti, padre de los cubanos, cómo no recordarte en este día del amor, si fuiste tú quien con mucho amor liberó a todos y le diste el lugar que cada uno tiene.

La mujer cuenta con los derechos y deberes como el hombre e, incluso, hasta más. Disfruta de una maternidad. Ocupa cargos en diferentes niveles… Ella está convencida de que gracias a ti, hoy se regocija de ello.

Los niños son felices y saben que eres el protagonista de esa dicha de tener escuelas y hospitales a su alcance, en fin de esa inmensa alegría que proporciona el contar con lo necesario para ser un niño estudioso, aplicado y sano.

El amor por ti hacia los cubanos, no tiene límites, el bienestar de toda la población siempre fue uno de tus desvelos, esa preocupación en cuanto a la salud, la educación, la cultura, el deporte... Todo estaba presente en tu memoria.

Esto solo se hace cuando existe gran amor por el prójimo. Y no solo te preocupaste por los cubanos, también lo hiciste por personas de diferentes pueblos del resto del mundo.

Fidel, eres amor eterno. No olvides que amor con amor se paga.


¿Qué es el amor?






 El amor es la pasión que atrae a un hombre hacia una mujer y viceversa. Es un sentimiento que no tiene edad ni límites, no importa raza ni credo alguno. Puede ser celoso, romántico, comprensivo, adulador… Osado; tan osado que hasta surge a primera vista y aunque muchos piensen que por ello no puede perdurar, infinidad de parejas llegan unidas hasta los últimos días de su existencia.

Cantar, reír, llorar, soñar…, son cosas del amor, como lo es también la comunicación, el respeto, la confianza; buscar paz y, sobre todo, abonar la        pasión para que persista por siempre.

El amor es tristeza, alegría, pasión, es mantener buenas relaciones para lograr una correcta comprensión en los trances que se presentan en la vida, fundamentalmente en los relacionados con la buena formación, y unión de la familia, pues esta es, al final, la guía que conduce a la felicidad de todos. Con lealtad, sinceridad y una dosis de caricias, más la entrega de una flor cualquier día y a cualquier hora, no hay amor que muera.
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lunes, 6 de febrero de 2017

Camilo vive en el corazón de su pueblo



A Camilo Cienfuegos Gorriarán, el Héroe de Yaguajay, el hombre de cien batallas y de mil anécdotas, lo caracterizaba la humildad, la sinceridad, la responsabilidad...

Por todo ello, el Señor de la Vanguardia era muy querido, incluso, su popularidad se llegó a comparar con la de Fidel Castro Ruz, Jefe de la Revolución Cubana.

Camilo era un hombre de pueblo, por tanto, vive en el corazón de su pueblo.



Lo recordamos vestido de verde olivo, con su tupida y negra barba, su sombrero alón y su sonrisa franca; ese es el Camilo Cienfuegos que se multiplica, porque en el pueblo hay muchos Camilo.

Camilo en la memoria


Nació el 6 de febrero de 1932, en Lawton, en la capital cubana. Sus padres Ramón Cienfuegos Flores y Emilia Gorriarán Zaballa, quizás nunca imaginaron que su hijo sería una persona jaranera, alegre y de bien, un hombre de pueblo.
 
Camilo Cienfuegos Gorriarán adoraba a los niños y para ellos, especialmente, tenía una amplia sonrisa y un gran corazón, y los infantes así lo veían, así lo ven, además de barba y sombrero alón. 

Fue combatiente y revolucionario. Expedicionario del yate Granma. Uno de los pilares fundamentales de la gesta armada que luchó para derrotar a la tiranía batistiana. Al triunfar la Revolución Cubana, formó parte del alto mando del Ejército Revolucionario como su jefe supremo. 

Camilo Cienfuegos, Ernesto Guevara y Fidel Castro, tenían muy buenas relaciones, existía entre ellos una confianza total. 

Por su humildad, sencillez y sonrisa franca, el Señor de la Vanguardia era muy querido, incluso, su popularidad se llegó a comparar con la del Líder Histórico de la Revolución Cubana. 

Del Héroe de Yaguajay, el comandante Ernesto Guevara, dijo: 

“Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa... Camilo era Camilo, Señor de la Vanguardia, guerrillero completo que se imponía por esa guerra con colorido que sabía hacer”. 


Por su valor hizo que el pueblo espontáneamente le otorgara el título honorífico de Héroe de Yaguajay y Señor de la Vanguardia. 

Camilo Cienfuegos Gorriarán vive en el corazón de su pueblo, porque él era un hombre de pueblo.