Annia Martínez Báez, licenciada en Enfermería con el perfil
de Obstetricia, desempeña una misión en
Venezuela y vino a su tierra, Las Tunas,
Cuba, para disfrutar las vacaciones con sus hijos, la familia. Antes de partir
de nuevo hacia la tierra de Chávez, tuve
la oportunidad de conversar con ella.
Llega a Venezuela en noviembre del 2014. Trabaja en el
hospital público Osío de Cúa, ubicado en el Estado de Miranda, municipio
Urdaneta, ciudad Zamora. Cumple la Misión Niño Jesús, que es de
materno-infantil y son dos, uno en Guatire y el otro en Cúa, donde está. La jornada laboral es de 24 horas
para 48.
Reside en un edificio de cinco plantas con buenas
condiciones, es solo de cubanos, la brigada está compuesta por 83, cuentan con un coordinador y un secretario del
Partido Comunista de Cuba, ellos son los responsables de todo lo relacionado
con ese personal, se llevan muy bien.
Celebran el Día de la Mujer, de los Padres, de las Madres; fin y principio de
años…, todo igual que acá en la Mayor de
las Antillas
Su trabajo se encuentra
a solo cinco minutos de distancia y se
trasladan en buceta (guagua).
Se siente bien, sobre todo entre cubanos, pero siempre con
la mente allí y el corazón en Cuba, en sus hijos, la familia, que para ella es
fundamental. Cuenta que hay que hacer tremendo esfuerzo porque la nostalgia,
¡no es fácil!, pero el tiempo y el trabajo ayudan.
Para Annia, la misión
es muy importante, porque con esta se
aprende mucho, y el mundo aprende de ellos y, además de llevar ese sentir de humanismo y
solidaridad, demuestran que los cubanos nunca dan lo que les sobra, sino que
comparten lo que tienen.
Dice que cuando
termine esta tarea y pase algún tiempo,
si la Patria lo necesita, va al lugar requerido y cumple con su deber. No
aconseja a ningún colega a que vaya o no, piensa que cada uno debe decidir y experimentar por sí mismo.
Ella, afirma que: “Sí te digo algo, si antes amaba a Cuba, ahora la amo más”.