Hoy es día de homenaje a Camilo
Cienfuegos, el Señor de la Vanguardia, el Héroe de Yaguajay, y niños,
jóvenes y pueblo en genal han echado flores en ríos, mares...
“Lo
que a nosotros, los que recordamos a Camilo como una cosa, como un ser
vivo, siempre nos atrajo más, fue lo que también a todo el pueblo de
Cuba atrajo: su manera de ser, su carácter, su alegría, su franqueza, su
disposición de todos los momentos a ofrecer su vida, a pasar los
peligros más grandes con una naturalidad total, con una sencillez
completa, sin el más mínimo alarde de su valor, de sabiduría, siempre
siendo un compañero de todos, a pesar de que ya al terminar la guerra
era, indiscutiblemente, el más brillante de todos los guerrilleros”.
Ernesto Che Guevara
Fotos: Reynaldo López Peña

Los atletas acababan de escribir una brillante e insuperable página deportiva, ellos conquistaron la totalidad de las medallas de oro en las competencias regionales de esgrima que finalizaban en Caracas y venían henchidos de alegría y orgullosos de traer a su Patria, a la familia y al deporte nacional, las preseas doradas.
Han pasado 42 años de aquel aciago día cuando 73 personas perdieron la vida a bordo del vuelo 455 de un avión de Cubana que resultó destruido por una bomba. El horrendo acto, consumado el 6 de octubre de 1976 en Barbados, es uno de los más sangrientos y dolorosos que ha vivido la Isla. ¡Cuántas ideas, anécdotas, historias y buenos momentos quedaron por contar; planes sin ejecutar; ansias de encontrarse en casa con la familia, besos y abrazos por dar… Un futuro convertido en pretérito.
Este espeluznante crimen quedó sin castigo; pero los 57 cubanos, 11 guyaneses y 5 coreanos están eternamente vivos en el corazón de los cubanos y en el de los pueblos que luchan contra el terrorismo.
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el discurso pronunciado en el acto de despedida de duelo de los desaparecidos, efectuado en la Plaza de la Revolución el día 15 de octubre de 1976, dijo:
“No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!