En una de las haciendas, propiedad de Jesús Gamboa, crecía con
abundancia una cactácea, la cual se conoce como “Tuna brava”, debido a sus
hojas cubiertas de espinas. Cada vez que algún ganadero de Manzanillo, Bayamo o
Puerto Príncipe, llegaba al sitio, Gamboa le regalaba como souvenir una de
estas plantas para adorno, pues brindaban bellas flores en distintos colores
por lo cual fue costumbre decir: -“Vamos para la hacienda de Las Tunas”. Desde
entonces nuestra provincia conserva este nombre, aquí les va una muestra de
esta planta.
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