Mi linda sobrina Clarissa Damila participó en el XI Festival de Música de Cámara que se desarrolló del 25 al 29 de este mes en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís . Fue un gran éxito.
domingo, 30 de marzo de 2014
Valores en la sociedad cubana
Se dice que en
Cuba se han perdido los valores y es cierto, aunque muchos opinan que esto se
observa también a nivel mundial y que ocurre, precisamente, en la juventud; sin embargo, esto
se ve en adultos y en adultos mayores. Muchos plantean que es debido al ritmo
de la vida, los problemas de enfermedades, de vivienda, la situación económica,
entre otros. No obstante, se pueden
rescatar; hay necesidad, condiciones e
interés para ello.
Es muy
importante saber que los valores son determinaciones espirituales y que designan
la significación positiva de las cosas, hechos, fenómenos, relaciones y
sujetos, para un individuo, un grupo o clase social, o la sociedad en su
conjunto.
Están condicionados por las relaciones sociales predominantes,
constituyen componentes esenciales de la ideología, expresión de la cultura y
la historia de una sociedad en una época determinada, y de los intereses, puntos de vista, necesidades y
contradicciones de los diferentes sujetos.
Se forman en el proceso de interacción entre los
hombres y el objeto de su actividad, en la producción y reproducción de su vida material y
espiritual. Se convierten en formaciones internas del sujeto, acorde al nivel
de desarrollo alcanzado, la experiencia histórico-social e individual y el
impacto de los factores de influencia educativa.
Como orientadores y reguladores de la conducta,
constituyen un sistema, pues guardan relación dinámica unos con otros, y
conforman una jerarquía entre ellos, que es decisiva en los momentos de
elección moral.
Su educación es un proceso activo, complejo y
contradictorio como parte de la formación de la personalidad, que se desarrolla
en condiciones históricas sociales determinadas y en la que intervienen
diversos factores socializadores, como la familia, la escuela, la comunidad,
los medios de comunicación masiva, las organizaciones políticas y de masa,
entre otros.
Al respecto Fidel Castro, el Líder Histórico de la Revolución Cubana sentenció: “Para mí educar es sembrar valores, inculcar y
desarrollar sentimientos, transformar a las criaturas que vienen al mundo con
imperativos de la naturaleza, muchas veces contradictorios con las virtudes que
más apreciamos, como solidaridad, desprendimiento, valentía, fraternidad y
otras.”
Dos de los
valores más importantes en la sociedad cubana. Ética de José Martí y Fidel
Castro en cuanto a estos:
Dignidad:
Es el respeto a
sí mismo, a la patria y a la humanidad.
José Martí:
“Porque si en las cosas de mi patria me fuera dado
preferir un bien a todos los demás, un bien fundamental que de todos los del
país fuera base y principio, y sin el que los demás bienes serían falaces e
inseguros, ese sería el bien que yo preferiría: Yo quiero que la ley primera de
nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.”
Fidel Castro: “Las banderas de la Revolución y el
Socialismo no se entregan sin combatir. Rendirse es de cobardes y de gente
desmoralizada, no de comunistas, ni de revolucionarios.”
Patriotismo:
Es la lealtad a la historia, la Patria y la Revolución socialista,
y la disposición plena de defender sus principios para Cuba y el mundo.
José Martí:
“El patriotismo es de cuantas se conocen hasta hoy, la
levadura mejor de todas las virtudes humanas”. “Patria es humanidad.”
Fidel Castro:
“Los oscuros nubarrones que se divisan hoy en el
horizonte del mundo, no impedirán que
los cubanos sigamos trabajando sin descanso en nuestros maravillosos programas
sociales y culturales, conscientes de que estamos realizando una tarea humana
sin paralelo en la historia. Y si las guerras que se prometen los convierten en simples sueños, caeremos
defendiendo esos sueños.”
Valores de gran importancia son, entre otros:
Humanismo:
Es el amor hacia los seres humanos, y la preocupación
por el desarrollo pleno de todos sobre la base de la justicia.
Solidaridad:
Es comprometerse en idea y acción con el bienestar de
los otros: en la familia, la escuela, los colectivos laborales, la nación y
hacia otros países. Es estar siempre atento a toda la masa humana que lo rodea.
Responsabilidad:
Es el cumplimiento del compromiso contraído ante sí
mismo, la familia, el colectivo y la sociedad.
Laboriosidad:
Se expresa en el máximo aprovechamiento de las
actividades laborales y sociales que se realizan a partir de la conciencia de
que el trabajo es la única fuente de riqueza, un deber social y la vía para la
realización de los objetivos sociales y personales.
Honradez:
Se expresa en la rectitud e integridad en todos los
ámbitos de la vida y en la acción de vivir de su propio trabajo y esfuerzo.
Honestidad:
Se expresa al actuar de manera sincera, sencilla y
veraz. Permite expresar un juicio crítico y ser capaz de reconocer sus errores
en tiempo, lugar y forma adecuada, para contribuir al bien propio, colectivo y
de la sociedad. Es lograr armonía entre el pensamiento, el discurso y la
acción.
Justicia:
Es el respeto a la igualdad social que se expresa en
que los seres humanos sean acreedores de los mismos derechos y oportunidades,
sin discriminación por diferencias de origen, edad, sexo, ocupación social,
desarrollo físico, mental, cultural, color de la piel, credo y de cualquier
otra índole.
sábado, 22 de marzo de 2014
Somos
un país pequeño, pero este país pequeño ha podido demostrar cuánto se puede
cuando se quiere, cuánto se puede si los recursos humanos de cualquier país
pueden ser bien utilizados. Y hoy resulta una vergüenza que, a pesar de ser
Cuba un país pequeño, hoy este pequeño país sea indispensable si se quieren
librar verdaderas batallas contra enfermedades que amenazan con la desaparición
de naciones enteras o, incluso, regiones enteras de determinados continentes.
Fidel
Castro Ruz
lunes, 10 de marzo de 2014
Radiografía de la mujer cubana
Se levanta aproximadamente a las 5:30 de la mañana. Realiza los trajines
mañaneros, prepara la leche de la criatura, el desayuno, el aseo. La vestimenta
de cada uno es impecable. Ella, maquillada y con un agradable aroma, sale apurada hacia
el círculo infantil o semiinternado para dejar a su retoño, al que despide con
un ¡pórtate bien!, un beso y un hasta la tarde.
Rápidamente sigue rumbo a la parada de la
guagua, ruega que aparezca una lo antes posible para estar a tiempo en su
centro laboral, lo logra, llega y saluda
con una sonrisa a flor de labios, si hay alguna dificultad en casa, hace todo
lo posible por no reflejarla; además de realizar
su trabajo, cumple con otras responsabilidades como secretaria del Partido
Comunista de Cuba, de la sección sindical, u otras tareas a ella asignadas.
Transcurren las horas y termina agotada su
actividad diaria, mas no puede rendirse, sale y retorna al círculo infantil o
seminternado en busca de su criatura que ya está desesperada por su mamá.
Continúa el recorrido hacia la casa, llega y nada de coger un diez, solo
cambiarse de ropa y de calzado para sentirse cómoda, tiene que aprovechar el
tiempo, inicia la elaboración del alimento de la familia; la tarea de la
escuela y el baño hay que guiarlos. Seguidamente
el fregado y organización de la cocina, también
la preparación de la merienda para el otro día. Revisa los zapatos por si hay
que pasarles el cepillo, los uniformes
solo tomarlos de la percha, aunque es posible deba hacer alguna “palomita”.
Quizás en ciertas ocasiones pueda sentarse a ver
la Telenovela ,
porque la Mesa Redonda
y el Noticiero Nacional de la
Televisión , regularmente los escucha mientras realiza los
quehaceres, pues esos horarios son muy complicados para una madre soltera
trabajadora, y para otra con poca ayuda
o ninguna de su pareja. Es posible que alguna tenga la dicha de contar
con un esposo considerado y responsable y la ayude en casi todo.
El sábado y el domingo no tiene que ir al
trabajo, sin embargo, no descansa, estos días son complicados, aparte de lo
cotidiano del hogar, le espera el lavado de la ropa de la semana, planchar,
coser, hacer limpieza, y luchar duro un espacio para arreglarse el pelo y las
manos, porque si no se apura, el tiempo no le alcanza.
Así les ocurre a todas las trabajadoras,
muchísimas tienen más de un hijo. Incontables estudian y son ejemplo ante sus infantes.
La jubilada y la ama de casa no escapan del constante trajín, aunque no es igual porque cuentan
con más tiempo y no tienen que salir a
la calle todos los días, pero se les suman otras responsabilidades como el cuidado de los
nietos, bisnietos, sobrinos; la bodega, la farmacia y cualquier otra labor, el
descanso es poco, en el hogar asume disímiles tareas y, al igual que la
trabajadora, desempeña tareas como integrante de la Federación de Mujeres
Cubanas y de los Comités de Defensa de la Revolución , entre otras.
Todas las
actividades que realiza la mujer constituyen motores impulsores y
estimuladores. Son factores que contribuyen a una realización en el plano
espiritual y un crecimiento de su personalidad que la hace imprescindible.
La mujer cubana no solamente
participa en la construcción de una nueva sociedad, sino que decide y moldea
con sus conocimientos y total entrega ese futuro con el que siempre ha estado
muy comprometida.
lunes, 3 de marzo de 2014
La Jornada de la Prensa
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