Dormir es estar en aquel reposo que consiste en la
suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario.
Por diferentes motivos hay personas que dejan de
dormir lo que el organismo requiere. Existen los que trabajan de noche, y los
que la aprovechan para el disfrute de fiestas y otras actividades de recreación;
aunque algunos de esos trasnochadores, muchas veces, se acuestan por el día, la
mayoría se va a estudiar o a trabajar sin pegar un ojo, como suele decirse.
Dormir
es una actividad necesaria, con ella se restituye el equilibrio físico y
psicológico esencial de las personas. El requerimiento del sueño cambia de acuerdo con la edad de cada
persona, el estado de salud y el emocional, entre otros factores. Cuando se duerme lo debido,
las labores diarias se hacen con facilidad, con normalidad.
El
sueño es más importante de lo que cualquier ser humano puede imaginar: una persona morirá más rápido por no dormir que por no comer.
Lo cierto es que dormir menos de siete horas al día
provoca una reducción en el volumen cerebral y una disminución en el desempeño
cognitivo, como consecuencia de un envejecimiento más rápido del sistema
nervioso.
Los
científicos consideran que dormir muy poco puede afectar el crecimiento y el
sistema inmunológico, que es el encargado de evitar las enfermedades, daña la vida de todas las personas, y en
el caso de los adolescentes, los riesgos son mayores porque implican muchos aspectos de sus vidas. Ejemplo:
Aparece o aumenta el estrés. El rendimiento escolar disminuye, también el deportivo. Puede dificultar la relación con la familia y los amigos. La depresión y la tristeza aparecen o aumentan. Se incrementa el
consumo de alimentos y, regularmente, aparecen los estimulantes como el café, el
alcohol y el cigarro.
El tiempo para dormir:
Los niños y jóvenes necesitan
dormir más que los adultos, estos últimos, de 7 a 8 horas. Los adolescentes por
lo menos 9 horas cada noche. Los infantes de 5 a 12 años, 10 y 11 horas,
algunos hasta más. Los de preescolar, entre 11 y 12 horas y los recién nacidos,
16 y 18 horas por día.
Beneficios:
Dormir bien por la noche ayuda a:
- Mantener la mente y el cuerpo sanos.
- Pensar con claridad y ser
más eficiente en el trabajo, en los estudios y en otras tareas.
- Es más probable mantenerse en un peso saludable y atractivo.
- Puede reducir el riesgo de tener presión arterial alta, y
diabetes.
- Existen menos riesgos de enfermar, a la vez se aumenta la capacidad mental y mejora el
estado anímico.
Si conduce puede evitar quedarse dormido frente al timón y así evitar accidentes, pues cada año miles de
estos son causados por conductores que no durmieron lo necesario.
Muchos
desconocen que el sueño es traicionero, sorprende cuando menos se espera, incluso,
hace quedar en ridículo en cualquier lugar. Se debe dormir las horas
correspondientes y descansar lo debido, ello
es de gran importancia para la salud.