Clarissa y Ríder
El amor es la pasión que atrae a un sexo
hacia el otro, aunque aparece en
personas del mismo sexo. Afecto por el cual busca el
ánimo el bien y apetece gozarle. Blandura, suavidad. Persona amada. No tiene edad, ni límites, no importa raza ni credo
alguno. Puede ser platónico. Romántico, celoso, comprensivo, osado, adulador,
desmedido.
Esta pasión es un
sentimiento tan potente que mueve montañas. Hace componer versos sin ser poeta; dibujar corazones sin
ser pintor; soñar despierto; reír, llorar, temblar, hablar, enmudecer. El amor es libre como el viento. Se marcha un día y
otro día vuelve porque tiene alas y nadie lo detiene.
El amor verdadero es cuando se quiere a la
pareja, se desea, se le dedica la debida atención y cuando, además, existe confianza
y comprensión; esto contribuye, sin
lugar a dudas, a que se mantenga viva la llama de este sentimiento.
Compartir la tristeza, el dolor y las alegrías son
cosas del amor, como lo son, también, los deberes de la familia, del hogar, la
responsabilidad de la escuela de los hijos y del trabajo de cada cónyuge.
Buscar paz y luchar por llevar una vida feliz es algo
que no debe faltar en una pareja para mantener su relación. Abonar diariamente esa pasión es lo mejor para que perdure;
muchos detalles contribuyen a ello: la comunicación, el respeto, la lealtad, la
sinceridad, la comprensión, la entrega de una
flor, una postal, un poema… Con estos
procedimientos el amor se fortalece cada día y se llega a las bodas de Bronce,
Plata y Oro. ¡Que viva el AMOR!
Marilú y Bolívar
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