jueves, 3 de agosto de 2017

Comentario… Mal pensados




  No olvidar el lugar de nacimiento es algo importante y mucho más cuando existe el deseo de contar momentos interesantes y llamativos vividos o conocidos por la autora quien, con el decurso de los años, decide escribir y publicar su obra.

Mary Espinosa Peña, periodista, escritora y poetisa cubana, de la provincia de Las Tunas, reside en Estados Unidos. Realizadora de Radio y multipremiada en eventos nacionales e internacionales en España, México y Cuba. Autora de varios libros de poesías y sonetos, entre estos TeAdoro, Un Sinsonte Cantarín, Arco iris sin prisa, y Mal pensados, uno de los más recientes, y Antologías de poemas para niños. Muchas de sus obras también han sido publicadas en Canadá.

La escritora ha impartido cursos y conferencias de creación literaria y exhibe numerosos premios de Periodismo Radial. Actualmente trabaja en una novela costumbrista de la Cuba de ayer y de hoy. Es miembro del Instituto Salud y Saber, Inc. de Estados Unidos.



Muchas y extensas ideas pude sacar de Mal pensados, libro de cuentos elaborado por Mary Espinosa Peña, quien, según mi interpretación, señala y compara lugares de diferentes provincias de Cuba; su vegetación, como toda una persona asida a su tierra.

Menciona los nombres de los barrios donde sucedieron los hechos.

Narra los acontecimientos con picardía, audacia y humor.

Las tradiciones cubanas como el pregón están presentes en alguna oportunidad.

Emplea personajes reales de Cuba que por la forma de conducirse dan singularidad a pueblos y bateyes de la Mayor de las Antillas.

Las acciones tienen consecuencias, lo que demuestra el personaje principal de inicio a fin de cada uno de los cuentos.

Usa un lenguaje claro, asequible y sencillo para expresar lo que sienten los personajes en cada ocasión.

En algunos de los cuentos deja ver, a todas luces, que cualquiera puede verse reflejado en esas escenas, porque en todas las épocas y lugares han existido, y existen, situaciones similares.

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En Fue por la manguita, la infidelidad está presente, esta no tiene rostro, es decir, no importa el rango, no importa que sea El rey del ganado o su mujer, cualquiera ”resbala y cae”.

Otra idea muy bien argumentada es que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”. Osvaldo no valoraba a Mirna, y…Bueno, al final la perdona. Lo cierto es que El rey del ganado ha cambiado la corona, ahora es, “Manguita”.


Claramente vemos que traición con traición se paga, esto también se pone de manifiesto en La tía de Machado Ponte, Carmelina, tranquila y fiel a su esposo Miguel, el profesor de Química, pero un día a esta mujer le dio por destacar su belleza. Entonces apareció Rolando, un vecino bastante guapo, ella perdió la cabeza por ese mulato. Los sorprendieron y todo por el perro. El esposo mató al pobre faldero, besó a la señora que, por cierto, se fue lejos del lugar. El esposo ya la había traicionado. Al profesor de Química le falló la química.

El giro de Los Alfonsos… ¿Un justiciero más?

De todo un poco. Hombre bueno, malo... Nada, que el Giro giraba. Pensó haber hecho lo correcto. Fue herrero por conveniencia, colocaba las herraduras al revés, es decir, con lo de atrás hacia delante, así, cuando lo perseguía la policía, pensaba que estaría en determinado lugar por las huellas que seguían; sin embargo, ya él estaba de regreso. Pura inteligencia.

Ello quiere decir algo así como: “Cuando ustedes van, yo ya estoy de vuelta”.

Carbón como el otro día

Los campesinos fabricaban carbón para sostener a sus familias, era un trabajo fuerte. En la lucha por la venta, el apodado Rabo de Lechón, el chino, nombrado Uval, radicado en Barrio Azul, desandaba las calles con su pregón, y de pronto, una rubia bella quería un saco, pero no tenía dinero, él le dejó la carga… Ella hizo café… Sucedió de todo. Él salió feliz, pero con los bolsillos vacíos. Deseaba verla de nuevo, mas no lo lograba, ni porque cambió el pregón: ¡Carbón, carbón como el otro día!

Pero como a los siete u ocho meses la doña se le apareció con dos criaturas de la mano y un tremendo barrigón, a punto de soltar…

Aquí la moraleja: No pierdas tu carga especial por pasar un buen rato.



Escogí esos cuatro cuentos para demostrar, en parte, las ideas expresadas anteriormente. No obstante, todos los cuentos son geniales. Independientemente de que se haya escapado determinada pifia, la lectura de este libro deja una experiencia única, pues su autora narra con humor, anécdotas simpáticas que ocurrieron en campos y pueblos de Cuba a personajes que retrata con maestría de folclorista criolla.

Le invito a que lea Mal pensados -publicado en Estados Unidos- y disfrute cada cuento para que ría porque además de algunas escenas curiosas, tendrá que pronunciar algunas palabras en jamaiquino, haitiano… Pertréchese de sucesos de una agradable y bonita obra, basada en hechos reales. Este importante libro de cuentos colora´os, tiene lo que pediría el más exigente de los lectores.

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