domingo, 12 de noviembre de 2017

Carnaval en Las Tunas





















Entre chubascos o llovizna pertinaz, lo mismo de día que de noche, se desarrolla el carnaval tunero.

La gente desanda diferentes áreas de las calles ataviadas para el gran jolgorio de Las Tunas. El pueblo, ávido de la gran fiesta, no entiende de lluvias, estas no son obstáculos; algunos salen con sombrillas, otros esperan a que escampe, y muchos prefieren mojarse antes que ocupar sus manos con algo que les sirva de estorbo.

Los espacios seleccionados para el convite permanecen casi repletos de personas hace días, incluso, desde el pasado domingo cuando le correspondió a los pequeñines el disfrute.

Quienes gustan del paseo se adueñan temprano de lugares donde les sea posible ver el desfile de carrozas, fundamentalmente la más llamativa, la de las Voluminosas (las gorditas), como las nombran disímiles espectadores; también las congas y comparsas atraen a quienes prefieren ir detrás echando un pie al compás del ritmo contagioso de cada una.

Muchos se mantienen al tanto de la cerveza, otros del cerdo asado. Los bailadores no pierden tiempo, tampoco los compradores y vendedores de artículos útiles y bonitos, de uso personal y para el hogar.

Los niños repiten, no importa que su día haya pasado. Todos se divierten de lo bueno, pues la gran fiesta culmina y hay que aprovechar las horas que le quedan. Lo importante es parrandear al máximo en este Carnaval que, luego de un año de trabajo y estudio, llegó para divertir a grandes y chicos y lo logró.











No hay comentarios:

Publicar un comentario