Jorgito, hoy cumplirías 49 años de edad, tu casa estaría alegre, tus familiares,
vecinos y amistades te acompañarían como siempre, el baile no faltaría, pues
gustabas de esta diversión, fuiste mi pareja en varias ocasiones, tanto en
actividades familiares como en populares; lo de buen bailador todos lo saben.
Eras el mayor de mis sobrinos. Nos abandonaste el pasado marzo, claro,
no pudiste lidiar con esa enfermedad, ese cáncer de páncreas te destruyó en
poco tiempo, fueron tristes y dolorosos tus últimos días.
Dejaste a tres mujeres que necesitaban de todo tu apoyo,
fundamentalmente espiritual, Olguita, tu esposa, no se acostumbra a la idea de
haberte perdido, tus hijas, Máriam y Mabel te extrañan mucho, ya no existen
regaños ni consejos paternales, solo
recuerdos de un buen padre.
Telma, tu mamá, te añora, a pesar de tener tres hijos más, tú eras el
mayor.
Jorge, tu progenitor, no se conforma con que el destino le haya quitado
a su único hijo, cada día te recuerda con amor, no entiende por qué tuviste que
morir siendo aún joven y con tantos deseos de vivir, pero sabe que esa
enfermedad es cruel, que no entiende de
edad ni sexo, que solo a tiempo y en determinados órganos del cuerpo es posible
curar.
Pero solo físicamente desapareciste Jorge Hernández Casado (Jorgito),
porque estás presente en mí y en toda tu familia, también en tus amistades. Tu
recuerdo es imborrable. Vivirás eternamente en mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario