En la lucha por la liberación, Cuba ha tenido el honor de contar no solo
con mujeres valientes nacidas en este suelo, sino con otras de diferentes
países como es el caso de Rosario García Calviño, La Doña, quien nació en Marín, Galicia, el
primero de agosto de 1899, y llegó a Cuba en 1917. Madre de Frank y Josué País,
dos destacados luchadores.
La Doña enfrentó momentos
difíciles en su vida, uno de estos, la viudez, cuando sus tres hijos eran aún
muy pequeños. Tuvo que sobreponerse a una época atiborrada de discriminaciones
y vejaciones de todo tipo, en la que formó y educó a sus descendientes.
Apoyó a los combatientes en
la lucha contra la tiranía de Batista, eran jóvenes que se jugaban la vida en
Santiago de Cuba y enfrentó con valentía el asesinato de Frank, Jefe Nacional
de Acción del Movimiento 26 de Julio y Josué, heroico combatiente, quienes
ofrendaron sus vidas a la causa de la libertad. Después del triunfo de 1959,
mantuvo siempre el mismo espíritu revolucionario.
Encabezó el ejecutivo de la Federación de Mujeres
Cubanas en la provincia de Oriente, cuando esta se fundó. En agosto de 1977 murió, rodeada por
el cariño y el respeto de su pueblo.
Rosario es una de las mujeres
que aportan gloria y honor a la
Patria cubana.
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