Cualquier persona puede padecer el estrés, pues este afecta de dos formas distintas, desde dentro del organismo debido a enfermedades, nutrición inadecuada, tensiones provocadas por el trabajo o la familia; y exteriormente debido a la contaminación del ambiente, el ruido o trabajar mucho tiempo en sitios encerrados.
Podemos sufrirlo sin darnos cuenta, ya que se manifiesta de muy diversas maneras: falta de apetito, dificultades para dormir, entumecimiento de los músculos, falta de deseo sexual, o incluso, cambios bruscos de humor, entre otras.
Las consecuencias del estrés impactan en nuestro estado de ánimo y en la salud, por ello la necesidad de combatirlo, para lo cual lo mejor es tomarse las cosas con tranquilidad y aprender a relajarse unos segundos al día.
Es importante que protejas tu cuerpo y mente de las consecuencias del estrés mediante la identificación de lo que te genera tensión, así como practicar algunos métodos que te ayuden a controlarlo física y emocionalmente
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