A Clarissa Damila

Cuando las palabras parecen sencillas es cuando más valor tienen, este texto lo demuestra:

Clarissa Damila Pérez Hernández me lleva dos meses de edad -y un par de días-, como acotábamos desde niñas. Así que nos tocó empezar juntas la escuela. Menudo llanto el mío cuando nos ubicaron a ella en 4to A y a mí en el B; te acuerdas, primi? Luego le da por la música y se me va para la Escuela de Arte, pero eso no nos alejó tanto como temía, nos dio, incluso, más temas de conversación.
Desde historias compartidas en encuentros de familia yo conocí sus maestros y compañeros de clase y ella a los míos. Y como éramos del mismo año hablábamos también de las clases, de los trabajos, de las tareas.
Mientras crecía empecé a sorprenderme. "Ñoooo, mi prima está al día con la escolaridad, y eso que no suelta el violín", me decía. En Matemática las funciones le "funcionaron"antes que a mí. Me dejaba boquiabierta en el pre cuando hablábamos de Mendel y "dibujábamos" esquemas de cruzamientos genéticos, o comentábamos un texto de Español-Literatura. Nunca lo naturalicé. No es justo dejar de impresionarse por alguien que es capaz de ser excelente en más de una cosa.
Así que hoy me fugué un ratico de adelante y fui a la graduación del ISA aquí. Y encontré a Clarissa Damila Pérez Hernández agripada, pero, como siempre, presta a cumplir con su deber. Me emocionó escuchar que era la mejor de los graduados, aunque ya lo sabía, y oír su discurso me hizo admirarla más, si es que se podía. Terminó con fiebre, desesperada por irse a casa, a Las tunas, mas esperó, dispuesta, a que una estudiante de periodismo la entrevistara; ella sabe que un artista debe ser también humilde, buena gente.
Mi prima-HERMANA otra vez vuelve a sacarme las letras, las lágrimas, el orgullo... FELICIDADES Clarissa Damila Pérez Hernández. Te quiero y admiro infinitamente.

                                             Tomado de Facebook                Escrito por Zoila Pérez Navarro