martes, 11 de julio de 2017

Cuando la maternidad llega demasiado pronto (+audio e infografía)



Las Tunas.- Tan solo 15 años tiene Rosario y en su vientre ya crece una vida. Cambió las salidas con las amigas, los viajes, estudios e ilusiones de juventud para convertirse en madre. Ella, en medio de su inocencia, solo advierte que tendrá un hijo, pero no las implicaciones de tal responsabilidad.

"Se rompió el condón" son las palabras con las que intenta de alguna manera justificar aquello que esconde tras el vestido y la verdad, solo demuestra lo que todos saben al mirar su lozano rostro: no está preparada.
La inexperiencia y la falta de oportunos consejos la hicieron presa fácil de las malas decisiones, y aunque hoy lleva consigo el más bello de los regalos, en su caso, como en el de tantas muchachas de su edad, representa un freno a las aspiraciones de superación y también al disfrute de tan maravillosa etapa, que nunca volverá.
A pesar del desarrollo actual y de las intervenciones preventivas, el embarazo en la adolescencia constituye un fenómeno en ascenso que preocupa a las autoridades de Salud. La doctora Osmara López Borrero, jefa de la Sección Materno Infantil, comenta que en la provincia se refuerzan las estrategias para revertir esta situación.
"Aquí tenemos consultas de Planificación Familiar -integradas por un especialista en Ginecología y Obstetricia, psicólogo, trabajadora social, enfermera...- con tres frecuencias semanales en los policlínicos; y hay un día destinado a la atención exclusiva de las adolescentes. Se imparten charlas y les ofrecen métodos anticonceptivos, no se trata de anular el embarazo, sino de esperar a la edad óptima para procrear".
Las peores consecuencias las sufren los bebés, que generalmente nacen con bajo peso o pretérminos, lo que aumenta los riesgos de mortalidad; malformaciones congénitas, trastornos respiratorios crónicos, parálisis cerebral, retraso mental y otras disfunciones psíquicas.
Los factores implicados en esta problemática son varios. Muchas de las chicas provienen de hogares rotos y de relaciones inestables con sus progenitores. Otras son víctimas de la curiosidad y el exceso de confianza. Igualmente, influye de manera significativa el cambio de actitudes en materia sexual; el tener un hijo sin estar casadas o relaciones sexuales a temprana edad ya no representa el mismo estigma que en tiempos pasados.
Las muchachas al enterarse de su futura maternidad pueden experimentar sentimientos de ira, dolor y culpa. Algunas niegan la realidad y no acuden al facultativo de manera oportuna a recibir el tratamiento. En los peores casos optan por el aborto y ello puede marcar para siempre su existencia.
"La gestación es un proceso de cambios y la mujer debe cumplir estrictamente las recomendaciones de su médico. Sin embargo, algunas de las jóvenes cursan este tiempo como si no estuvieran embarazadas y ni siquiera adoptan una adecuada postura corporal. En este sentido, el apoyo de la familia es determinante", dice Osmara.
Ciertamente, el mejor camino resulta evitarlo con métodos anticonceptivos o con la abstinencia sexual. Pero si la adolescente toma decisiones equivocadas, lo más prudente es brindarle ayuda y no abandonarla en este momento tan difícil de su vida.

                                                     Tomado de 26       Escrito por Misleydis González Ávila

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