domingo, 30 de septiembre de 2018

¡Felicidades, Marilú!


Nuestros padres estaban confiados y convencidos de que no tendrían más hijos, pues ¡siete! eran suficientes, ya la menor contaba con 6 años.
Luego de algunos meses el vientre de mami crecía y crecía, por tanto, debía visitar al ginecólogo y, ¡vaya sorpresa, embarazada!, nada de menopausia, a pesar de sus 45 años; muy formadita una bebé esperaba el momento para nacer.
Y un día como hoy, viniste al mundo, incluso, bajo la amenaza del huracán Inés que se hallaba en la zona oriental por esa fecha. Pienso que tal vez el haberte fecundado haya sido porque en esta progenitora quedaba mucha belleza e inteligencia que no sería aconsejable se perdieran y, felizmente, te correspondieron a ti.

Por eso eres la más bella de los ocho hermanos, quienes estamos convencidos de eso y sabes que te queremos mucho. Orgullosos de saber que eres madre, esposa y hermana adorable. Una mujer inteligente y trabajadora, tanto en tu centro de trabajo como en tu hogar. No, no estamos celosos de que te adueñaras de casi toda la belleza, esa te la dejó el destino porque la merecías. ¡Felicidades, Marilú!

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