lunes, 9 de enero de 2017

La entrada triunfal de Fidel a La Habana


(...) La libertad no es todo. La libertad es la primera parte, es la libertad para empezar a tener el derecho a luchar (...)

Así les dice el Líder Fidel Castro a las autoridades de la provincia de Camagüey en el Regimiento número dos Ignacio Agramonte, en la mañana del 4 de enero de 1959 cuando lo reciben en su paso triunfal hacia La Habana.

Y sus palabras develan la manera en que Cuba toda se abría al pueblo como escenario de lucha colectiva por la supervivencia de la Revolución triunfante.

Desde su salida en la madrugada del 2 de enero desde Santiago de Cuba hacia La Habana, la Caravana de la Libertad recibe numerosas muestras de respaldo popular.

Esas demostraciones resumen la certeza de Fidel expresada tras el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, al decir que para el triunfo de la insurrección contaba con el pueblo.

Y el pueblo lo acompaña en todo el recorrido hasta el 8 de enero, fecha que marca la llegada a La Habana de la Caravana de la Libertad.

Ya en predios del cuartel Columbia, entonces principal fortaleza militar de Cuba, Fidel expresa: (...) Mientras el pueblo reía hoy, mientras el pueblo se alegraba, nosotros nos preocupábamos; y mientras más extraordinaria era la multitud que acudía a recibirnos, y mientras más extraordinario era el júbilo del pueblo, más grande era nuestra preocupación, porque más grande era también nuestra responsabilidad ante la historia y ante el pueblo de Cuba.

Así queda sellado el compromiso con el bienestar de la nación que motiva a Fidel desde su juventud y cristaliza con su entrada triunfal a La Habana y en el legado a la posteridad que hoy los cubanos nos comprometemos a defender.
                                                                                    Escrito por Jorge Pérez Cruz (Tomado de 26)

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