
Nos haces mucha falta, tu presencia era la energía, el motor impulsor para seguir adelante.
Quisiéramos verte, así, como nos acostumbraste, porque necesitamos, además, tu mirada, y tu risa, esa que irradiabas cuando uno de tus hijos te decía algo para provocarte ese regocijo.
Madre, cuánto te extrañamos, porque eres el amor más puro y verdadero que ha creado la naturaleza. Eres el amor eterno, la más linda flor, el tesoro más grande del mundo. Estás entre nosotros, tus ocho hijos jamás te olvidaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario