El Día del Bibliotecario Cubano fue instituido por el Gobierno Revolucionario mediante el Decreto No. 86 del año 1981 en homenaje al nacimiento el 7 de junio de 1812 de Antonio Bachiller y Morales, uno de los más insignes intelectuales de la Isla: prolífico periodista, historiador, abogado y bibliógrafo, considerado el padre de la bibliografía cubana.
A partir de 1981 cada año en esta celebración se honra a escritores y editores, también se reconoce la labor de quienes dan lo mejor de sí a favor del desarrollo cultural y científico de la Mayor de las Antillas.
Desde 1995 la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI), en coordinación con la Sociedad Cubana de Ciencias de la Información (SOCICT), otorga cada 7 de junio el Sello Conmemorativo Antonio Bachiller y Morales a profesionales e instituciones bibliotecarias que hayan mantenido un desempeño sobresaliente.
Con el decurso del tiempo la labor del bibliotecario se ha ido transformando. Pasó de custodio-coleccionista de libros a ser intermediario entre los usuarios que requieren satisfacer alguna necesidad de información y las colecciones de información que les son confiadas.
Algunos de los diferentes espacios en que laboran estos profesionales: bibliotecas públicas; de instituciones educativas; especiales para ciegos y sordos; así como las especializadas, puede ser en un instituto de investigación.
Se encuentran, además, en distintas bibliotecas: en la interna de una empresa; en parlamentarias y en las nacionales, encargadas de reunir y conservar toda la producción bibliográfica de un país y sobre él.
Cada uno de estos trabajadores tiene una gran responsabilidad; ante todo, el buen trato, e informar eficientemente a los usuarios quienes, ávidos de conocimientos, asisten a las bibliotecas con la intención y el deseo de salir complacidos.
Por tanto, para todos los bibliotecarios y bibliotecarias, !muchas felicidades en su Día!
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