viernes, 20 de abril de 2018

El Comandante ya no andará por las calles tuneras







Alberto Álvarez Jaramillo, El Comandante, ya no recorrerá las calles de Las Tunas una y otra vez como solía hacerlo. Ahora solo queda recordarlo con ese lento andar que lo caracterizaba y vestido de uniforme verde olivo, charreteras militares, gorra o boina carmesí y varios objetos en los bolsillos.

Aunque andaba sin rumbo fijo, y cavilando quién sabe qué, a este Caballero lo veíamos con frecuencia en el parque Vicente García, donde dialogaba acerca de temas actuales. No pernoctaba fuera de su casa; tampoco pedía limosna.

El pueblo lo respetaba y admiraba; de no ser así, pobre de aquel que le faltara, porque entonces sí que le sobraba.

El Comandante quería a su tierra; admiraba a Fidel Castro y saludaba la Bandera. Este hombre de incapacidad mental dejó de existir físicamente, pero su imagen quedará por siempre en la mente de quienes lo conocieron, porque fue y será un símbolo de las calles tuneras, una leyenda del Balcón de Oriente.

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