Maestro de las enseñanzas de ayer, de hoy y de siempre

De justo, honrado, antimperialista… podemos calificar al hombre que desde muy pequeño se interesó y preocupó por el ser humano sin importarle raza, sexo, credo, tampoco la clase social a la cual pertenecía. Lo más valioso era el derecho a la igualdad de las personas.

No soportaba la injusticia. La esclavitud era un horror. ¡Qué va! Nada de admitir tanta infamia. Consideraba que todo eso debía desaparecer y a ello dedicó su corta, pero fructífera vida. Por sus ideas independentistas sufrió prisión, estaba consciente de que luchar sería la única solución.

Transcurrieron más de 120 años, luego sucedió el combate de Dos Ríos, un hecho de armas acontecido el 19 de mayo de 1895 durante la Guerra de Independencia (1895-1898), en el que halló la muerte el Apóstol, líder del movimiento patriótico y máxima figura del Partido Revolucionario Cubano que organizó esa contienda.

Hoy, a 123 años de su caída en combate, José Martí sigue siendo el más universal de los cubanos; el Maestro de las enseñanzas de ayer, de hoy y de siempre.