Nuestra mami

Mami, han transcurrido 15 años de tu partida y tus ocho hijos continuamos cada día igual. La ausencia duele y se extraña más de lo que piensas.

Esos consejos tan necesarios nadie los ha podido suplir porque son únicos.

Y qué decir de los dibujos con casitas de campo cercanas a ríos, arroyos y jardines diseñados para los nietos.

Confeccionabas muñecas preciosas, labores que alegraban tu existencia. Aún recuerdo aquella sábana blanca que bordaste, eran flores rojas de cinco pétalos, con hojas y tallos verdes.

Te imagino frente al televisor riendo ante algún programa humorístico, algo predilecto para ti, como los musicales, y el béisbol, el que disfrutabas a plenitud.


Así, con tu pelo blanco como cuando partiste a la eternidad, te pienso y considero que estás entre nosotros. ¡Cómo no extrañarte si eres el amor más puro y verdadero que ha creado la naturaleza! Nuestra mami, la madre especial.