En todas las naciones del planeta el advenimiento de un nuevo año es de mucha alegría. En esta Isla es doble el regocijo, pues el Primero de Enero se celebra el Triunfo de la Revolución Cubana, ¡ya cumplió 59!, y el natalicio de José Julián Martí Pérez, el próximo 28.
Dos hechos de gran relevancia se entretejen. Fidel Castro Ruz, figura cumbre del proceso revolucionario cubano del siglo XX y XXI, es un ferviente seguidor
de las ideas martianas. La doctrina del Maestro influye grandemente en el Comandante, quien pone todo su empeño en llevar a vías de hecho la lucha por la emancipación que acabaría con la explotación del hombre por el hombre. Lo cual consumó su objetivo.
Martí, como dijo Fidel, “fue el autor intelectual del Moncada, y su pensamiento, su ejemplo, su pasión y sus enseñanzas están profundamente enraizadas en el surgimiento, el avance y la proyección de esta Revolución que vino a completar con el fuego de su verbo y el puño de los humildes la obra magna con la que soñó un día y por la cual ofrendó su noble vida...”.
Fidel cumplió lo que prometió Martí e hizo realidad los sueños de todas las
personas de buena fe que soñaron un mundo mejor.
El Apóstol fue un ser verdaderamente extraordinario y excepcional, forjador de la independencia de la tierra que lo vio nacer y amante fervoroso de la paz, la unión y armonía entre los hombres.
Este enero luminoso se cumple el aniversario 165 del natalicio del intelectual y poeta, del Maestro, y los cubanos, fundamentalmente los niños, para quienes escribió La Edad de Oro, le dedicarán incontables jornadas durante todo el mes, las que culminarán el propio día 28.
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