Culmina el 2017, y queremos despedirlo de la mejor manera posible, puede ser con tradiciones como la de caminar una cuadra maleta en mano para lograr un viaje… Vestirse con ropa roja o usar cualquier prenda de ese color. Ponerse la ropa interior al revés y a las 12:00 de la noche virarla. Para obtener dinero, echar alguno dentro de los zapatos durante el 31 y caminar con ellos…Quemar un muñeco para que se vaya todo lo malo. Tirar para la calle un cubo con agua limpia… En fin, son varias las formas que existen para eliminar lo malo.
Para muchos, este calendario fue excelente; sin embargo, no resultó el mejor para las familias que fueron perjudicadas por Irma, evento devastador de gran magnitud que causó derrumbes totales y parciales a miles de viviendas y que despojó de la mayoría de sus pertenencias a casi la totalidad de las personas, evacuadas o no. Entristece saber que durante el paso de este fenómeno por todo el país, 11 seres humanos perdieron la vida.
En todas las épocas existen momentos de alegría y de tristeza, no hay dudas, pero estoy convencida de que en este almanaque han sido más las satisfacciones que los infortunios.
Los Leñadores, el equipo de béisbol, está entre los cuatro mejores y esperamos buenos resultados, han demostrado que pueden llegar más lejos. La afición está orgullosa del grupo.
Los educadores fueron homenajeados en el acto efectuado por la efeméride, recibieron medallas, condiciones y condecoraciones por sus años de servicio y resultados en el sector.
La Jornada Cucalambeana desarrolló un amplio plan dedicado al aniversario 50 de este acontecimiento. Gran homenaje recibió El Cucalambé.
La magia hizo de las suyas, fueron días espectaculares.
El paulatino nacimiento de niños y niñas alegró a muchos, fundamentalmente a quienes esperaban una criatura que, quizás a la hora no esperada, llegó y vivificó a padres y madres deseosos de formar un hogar. ¡Enhorabuena!, papás. El futuro de la Patria está garantizado.
Para Fidel Castro Ruz: “Los niños son muy importantes, bien vale la pena luchar por ellos”.
Al decir de José Martí: “Los niños son la esperanza del mundo”.
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